El experto en economía Luis Ramón Arrieta ha presentado este viernes en San Sebastián su investigación sobre «El impacto del terrorismo en la economía vasca. Por un plan de transformación e impulso económico». En el marco de una conferencia organizada por el Colectivo de Víctimas del Terrorismo, Covite, y presentada por su presidenta Consuelo Ordóñez, Arrieta ha ofrecido datos y claves «sobre un asunto del que no se habla tanto cuando se abordan las consecuencias del terrorismo de ETA». Según Ordóñez, «qué duda cabe de que las peores consecuencias, las más graves e irreparables del terrorismo, las hemos sufrido y las sufrimos sus víctimas más directas, quienes hemos perdido un familiar por haber sido asesinado o quienes han resultado heridos de por vida en un atentado terrorista, pero el terrorismo de ETA ha dejado también otras consecuencias, quizá menos evidentes, pero no por ello menos determinantes en nuestra sociedad y en nuestra economía».
La presidenta de Covite se ha preguntado: «¿Qué hubiera pasado si las casi 500 personas que ETA asesinó en Euskadi no hubieran sido asesinadas? ¿Si hubieran seguido con sus trabajos, con sus negocios, contribuyendo a la economía de Euskadi? ¿Qué hubiera pasado si las más de 10.000 personas que fueron extorsionadas por ETA, y muchas de ellas también asesinadas, no hubieran vivido con esa presión terrorista, con esa amenaza de muerte constante?«. Según sus palabras, »si ETA no hubiera ejercido semejante presión y amenazas sobre los empresarios vascos, quizá la vocación empresarial de la sociedad vasca hubiera sido mayor».
Arrieta, exdirectivo del BBV, ha asegurado que «no hay ningún caso» en la Unión Europea ni la OCDE donde una banda terrorista, «además de causar un enorme daño humano (más de 800 muertos y miles de heridos), haya atacado, durante tanto tiempo (casi seis décadas) y con tanta dureza también a la economía de su país». Ha expuesto que el impacto económico exacto no se puede medir, pero además de suponer un coste directo de unos 25.000 millones (para todo el Estado y en euros de 2020), «hay bastantes estudios que aproximan órdenes de magnitud cercanos a la enorme pérdida de dimensión económica que ha sufrido el País Vasco y que revela la evolución de los datos macro actuales».
Según sus datos, la sociedad y sus diferentes instituciones y gobiernos trabajaron «con intensidad» para minimizar los enormes daños causados durante la época del terrorismo de ETA. «Fue bastante resiliente, y por ese motivo, con el esfuerzo y compromiso de casi todos, junto con una gestión adecuada de nuestras herramientas de autogobierno, fue posible continuar con el desarrollo económico y social de Euskadi. Nuestra economía no colapsó», ha afirmado. En ese esfuerzo y en el ámbito económico, ha puesto en valor el trabajo de muchos, «en especial los empresarios y directivos que soportaron más directamente el terror».
Durante su conferencia, Arrieta ha incidido en que «lamentablemente, la intensidad y duración del mismo, ha dejado unas muy importantes debilidades en nuestra economía, que están afectando a nuestro potencial de desarrollo y bienestar futuro». Ha aportado así algunos datos como el que se refiere a la «fuerte caída de la inversión» que ha supuesto, en términos relativos, una pérdida del stock de capital del 43%, y del PIB, del 24%, lo que ha definido como «las mayores caídas del Estado, y seguramente de la UE». Ha detallado también que ETA expulsó del País Vasco «a decenas de miles de personas, se perdieron grandes centros de decisión, centenares de empresarios, y más de 30.000 empleos de alto valor añadido». Además ha citado que los niveles de emprendimiento se «desplomaron» a los últimos lugares del ránking. «Esa es nuestra ‘foto macro’ de hoy», ha resumido.
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