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HISTORIA DE ESPAÑA - ARCHIVO

La deshispanización de Filipinas – La Historia de España


En el episodio corto 6 La deshispanización de Filipinas te cuento por qué en Filipinas no hablan español, como sí ocurre en otras excolonias españolas, y te cuento el proceso de deshispanización de Filipinas desde 1898 hasta su independencia en 1946.

La hispanidad de Filipinas antes del 1898

El episodio corto de hoy en buena parte excede la historia de España porque hablo de Filipinas después de dejar de ser parte de España, pero esto va de hispanidad y además es el tema que salió elegido en las encuestas de Instagram y Twitter, así que ahí va. El español y la cultura hispana fueron introducidos en las Filipinas en el 1565, con el primer asentamiento español fundado en el archipiélago por el conquistador Miguel López de Legazpi. Filipinas fue probablemente el territorio del Imperio español donde la hispanidad estaba más diluida, porque había muy pocos colonos españoles en el Lejano Oriente, tanto es así que incluso los chinos asentados en la Filipinas española los superaban en número.

Aún así, el español fue la lengua del gobierno y una lengua vehicular adoptada para el comercio o las comunicaciones con las élites filipinas. No fue hasta el siglo XIX, con el auge del liberalismo y los estados-nación que se dio una gran importancia a crear un sistema de enseñanza pública en Filipinas y en la oficialización y expansión del español, incluso en los nombres y apellidos de los filipinos tuvieran o no ancestros españoles. Gracias a las escuelas, el español pasó a ser la lengua más hablada de Filipinas a finales del siglo XIX, y el español también tuvo una gran influencia en las lenguas nativas o en los pidgins usados para comunicarse con los chinos y japoneses de Filipinas. Tanto es así, que los líderes nacionalistas de la independencia filipina hablaban y escribían en español y reconocieron el español como la lengua oficial del país en la primera constitución de Filipinas.

La hispanidad filipina bajo dominio americano

Claro, pero Estados Unidos aprovechó las revoluciones en Cuba y Filipinas para declarar la guerra a España y como todos sabemos España fue derrotada y se quedó con las últimas colonias españolas americanas y del Pacífico. Sin embargo, el inicio del dominio americano en Filipinas no supuso el fin del español y la cultura hispana en Filipinas. La administración americana promovió la enseñanza y uso del inglés, pero durante los primeros años de presencia americana el español era paradójicamente más usado que nunca por ser considerada una lengua de prestigio. Esto cambió durante la década del 1920 y el 1930 y el inglés y una lengua nativa como el tagalo superaron al español.

Ilustrados filipinos en Madrid, 1890. La clase media ilustrada sería la que más promovería la independencia de Filipinas

Pese a la situación de declive gradual del español, lo hispano seguía manteniendo una posición privilegiada en ciertos ámbitos. Había 4.628 personas con pasaporte español en Filipinas en el 1939 y medio millón de mestizos españoles de un total de 16 millones de personas. Los españoles seguían teniendo un papel importante en la sociedad filipina, con instituciones como casinos, colegios y universidades católicas con 487 religiosos españoles de un total de 2.672 en todo el país, y hasta había una rama de Falange en Filipinas. La empresa más importante del país era española, la Compañía General de Tabacos de Filipinas que se dedicaba a toda clase de negocios de exportación, Cervezas San Miguel había sido fundada en Manila por los agustinos y seguía operando ahí, y periódicos muy vendidos se escribían en español.

En lo político, el apoyo de los españoles y mestizos fue crucial para permitir que el Partido Nacionalista de Manuel Luis Quezón fuera presidente de la Mancomunidad, el régimen de transición del dominio americano a la independencia inaugurado en el 1935. Tanto es así, que los americanos creían que existía un verdadero Partido Español en el poder, con 9 de los 24 senadores electos en el 1941. En definitiva, la influencia hispana en Filipinas seguía siendo fuerte, y de hecho en la propia identidad filipina lo español estaba bien considerado, porque consideraban que de esa mezcla de lo nativo y español surgió su identidad y se sentían orgullosos de ser un país de mayoría católica.

Deshispanización durante la ocupación japonesa, 1941-1945

Entonces estalló la guerra del Pacífico tras el ataque de los japoneses a Pearl Harbor, y Japón se apresuró a conquistar las Filipinas en el 1941, mientras que el general MacArthur abandonaba a los filipinos pero decía que ya si eso volvería más tarde. Aparte de extraer recursos, los japoneses tenían dos objetivos: ganar la guerra y ganarse la lealtad de los filipinos. En cuanto a lo hispano, estos dos objetivos entraban en choque, porque por un lado para ganar la guerra la España franquista era un país cercano al Eje y podían apoyarse también en la comunidad hispana en Filipinas contra lo americano, pero por otro lado los japoneses querían asianizar los países conquistados para presentarse como libertadores del dominio occidental, y eso significaba ir no solo contra lo americano sino contra lo español.

Avance de las tropas japonesas sobre Filipinas en diciembre de 1941
Avance de las tropas japonesas sobre Filipinas en diciembre de 1941

Los filipinos ante todo tuvieron una reacción de esperar y ver cómo se desarrollaban los acontecimientos, y la élite, incluida la élite española e hispanizada, en general colaboró para evitar perder su posición social. En el plano económico, las empresas españolas o de filipinos hispanizados sufrieron las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial, con propiedades confiscadas, fábricas inutilizadas y destruidas, o los ajustes forzados de producción para satisfacer las necesidades de guerra de los japoneses. En el plano cultural los japoneses tomaron medidas contra lo hispano, por ejemplo eliminando los juicios en español o promoviendo la filipinización del clero, porque recordemos gran parte del clero en Filipinas era de origen español.

Frente a estas medidas no hubo una oposición abierta, en parte por el miedo a las autoridades japonesas, y en parte porque el declive del poder occidental en Asia se veía como algo positivo por gran parte de la población filipina. Aún así, las necesidades bélicas impidieron que se tomaran más medidas contra lo hispano y lo occidental para evitar más problemas cuando había muchos frentes abiertos. A todo esto, desde Madrid al principio se vieron las medidas contra lo hispano con resignación, pero con la progresiva pérdida de influencia de los falangistas en el gobierno de Franco las críticas españolas hacia Japón subieron de tono.

Para evitar perder la colaboración española con el espionaje y otras actividades para la guerra, el gobierno japonés de Filipinas revocó la orden de prohibir el español en los juzgados y permitió un plan de repatriación de ahorros de españoles en Filipinas. A partir del 1943, los resultados de la guerra para Japón y el Eje dejaron de ser halagüeños y eso provocó que las fuerzas de ocupación japonesa se intentaran ganar el apoyo de la población bajo su dominio concediendo por ejemplo la independencia en el caso de Filipinas, aunque de facto el verdadero gobierno era la embajada japonesa y las fuerzas de ocupación.

Las élites filipinas y españolas solo trataron de evitar la represión japonesa y pararon su colaboración para evitar represalias futuras, el apoyo a las guerrillas antijaponesas incrementó y Franco se alejó del Eje para asegurarse la supervivencia de su dictadura. En la batalla de Manila de 1945 los japoneses, sabiendo que serían derrotados por los estadounidenses y guerrilleros filipinos, cometieron uno de los mayores crímenes de guerra de su historia, la masacre de Manila que se saldó con la muerte de miles de filipinos, españoles y filipinos hispanos.

Hispanidad en Filipinas tras la Segunda guerra mundial

Esta tragedia y el hecho de que los españoles colaboraran en su mayoría con los japoneses, hizo que la influencia hispana en Filipinas no fuera ni la sombra de lo que fue tras la Segunda Guerra Mundial. También tuvo mucho que ver la propaganda estadounidense que ya desde el 1898 veía lo hispano como algo peligroso y como los más desleales hacia ellos en Filipinas. Al acercarse la victoria estadounidense, el gobierno filipino en el exilio fue remodelado y purgado de aquellos que en Washington identificaban como el Partido Español, compuesto de filipinos hispanos. Tras la guerra, la colonia española de Manila se vio muy reducida por la masacre y porque desde España se fletaron dos barcos para repatriar a unos 1000 españoles, así que el número y sobre todo el poder económico, social y cultural de los españoles se redujo drásticamente.

De los que se quedaron, muchos tomaron la nacionalidad filipina porque se promulgó una ley que prohibía a los extranjeros ser propietarios de bienes de producción, y muchas empresas españolas desaparecieron o entraron en declive, como fue el caso de la Compañía General de Tabacos de Filipinas. Desapareció la prensa en español, las empresas de origen español dejaron de mostrar esa identidad y prefirieron ser vistas como internacionales, los españoles perdieron mucha influencia en las órdenes religiosas, el uso del español quedó restringido a unos pocos hogares y se perdió el orgullo por el pasado y la identidad hispana de Filipinas.

Los filipinos antes de la guerra tenían tres identidades más o menos equilibradas, la nativa, la hispana y la estadounidense, y tras la guerra y la independencia en el 1946 se quedaron solo con dos. Lo hispano quedó restringido a una comunidad española reducida y sin influencia, y con la pérdida de identidad hispana de los mestizos y la gradual desaparición de la lengua española en Filipinas, lo hispano no pudo ejercer más el papel de contrapeso a los Estados Unidos. Desde entonces, solo las identidades nativas serían la alternativa a lo americano, y esta es la historia de cómo se deshispanizó Filipinas.

Outro

Esto es todo por hoy, aunque ya que hoy he hablado de Filipinas te quiero recomendar el último episodio extra de La Historia de España, el episodio extra 9 Relaciones entre Siam y la Filipinas española, un episodio de un tema tan poco conocido como los contactos y presencia española en el sudeste asiático, concretamente en la actual Tailandia. Únete a mi comunidad de Patreon en patreon.com/lahistoriaespana para disfrutar de esos episodios exclusivos, aunque primero suscríbete al canal de YouTube y podcast si no lo estás ya. ¡Gracias por escucharme y hasta pronto!

Fuentes

Donoso, Isaac. Historia cultural de la lengua española en Filipinas: ayer y hoy. Editorial Verbum, 2013.

Quilis, Antonio, y Celia Casado Fresnillo. La lengua española en Filipinas: historia, situación actual, el chabacano, antología de textos. Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 2008.

Rodao García, Florentino. «La lengua española en Filipinas durante la primera mitad del siglo XX.» Estudios de Asia y África 31 (1996): 157-175.

Rodao García, Florentino. «La ocupación japonesa en Filipinas y etnicidad hispana (1941-1945).» Gerónimo de Uztariz 25 (2009): 9-26.

Una información de La Historia de España – Memorias Hispánicas

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