“No pueden intentar paliar el déficit de especialistas a costa de los médicos residentes”

Ceuta continúa a la espera de conocer la adjudicación de las 8 plazas convocadas para Médicos Internos Residentes (MIR) en las especialidades de Medicina Interna (1), Medicina Familiar y Comunitaria (3), Medicina del Trabajo (2) y Medicina Preventiva y Salud Pública (1). Por más que los representantes sindicales en el ámbito sanitario deseen aumentar no solo las vacantes sino también las categorías ofertadas, reconocen las limitaciones del Hospital Universitario para albergar un ambicioso número de formaciones. “Para tener médicos en formación antes debes reunir unos mínimos”, afirma la secretaria general del área de Sanidad en Comisiones Obreras, Carolina Gallego, quien advierte del peligro de quienes tratan de resolver problemas estructurales en el sistema sanitario recurriendo a los sanitarios en formación. “No pueden intentar paliar el déficit de especialistas a costa de los médicos residentes”.

Quienes sí sabrán si desde mediados de 2024 estarán recibiendo formación especializada en el HUCE son los Enfermeros Internos Residentes (EIR). Las seis plazas convocadas para el centro de Loma Colmenar ya han sido adjudicadas. Dos de ellas corresponden a la categoría de Enfermería del Trabajo y las otras cuatro van para Enfermería Obstétrico-Ginecológica (matronas). Mientras en Medicina son cuatro las especialidades en las que se ofrece formación, en Enfermería tan solo dos. Los sindicatos con mayor representación en la Junta de Personal del INGESA y en las mesas sectoriales que se celebran cada dos meses en Madrid abogan por un aumento de las categorías, aunque con cabeza.

“El problema es que la formación de un médico especialista requiere de una infraestructura, de unos recursos humanos y de una tecnología que no siempre es fácil de conseguir”, explica el presidente del Sindicato Médico de Ceuta (SMC), Enrique Roviralta. El número de intervenciones, la cartera de servicios o el personal docente requeridos para formar a oftalmólogos, ginecólogos o cardiólogos complica la posibilidad de que el hospital ceutí pueda abarcar un mayor tejido formativo del que ya asume.

Le gustaría al representante de Sanidad en CSIF, Alejandro Artero, que el HUCE formara a aquellos profesionales que mayor presencia tienen en sus consultas. “Dedícate a formar a los que se van a quedar en casa. Por ejemplo, a los médicos de familia o los internistas. Si preparo a una enfermera del trabajo es para que se quede en Ceuta”. Hace referencia el también presidente de la Junta de Personal del INGESA a docencias como la de la Enfermería del Trabajo, especialidad que, pese a ser impartida en Ceuta, “no está reconocida en las plantillas profesionales”.

Como explicó la presidenta de SATSE en Ceuta, Elisabeth Muñoz, a este diario, los titulados en Enfermería del Trabajo que forman a los EIR en tal categoría dentro del HUCE no tienen reconocida su especialidad en su contrato ni en su plaza, por tanto, carecen de la especialización reconocida a efectos económicos y de servicios prestados por el INGESA. El problema extrapolado a la medicina es complejo para la secretaria general del área sanitaria en Comisiones Obreras, Carolina Gallego.

Los MIR

Al igual que defiende Roviralta, para Gallego no todas las especialidades pueden ser impartidas en el HUCE dadas las circunstancias actuales. Denuncia ésta que en ocasiones se ha recurrido a los MIR “para solventar el problema de la falta de especialistas en Ceuta”. Apunta al que fuera director médico de Atención Especializada, Diego Sánchez, quien, asegura, “pretendía que la solución de la falta de determinados facultativos, como traumatólogos, fuera ofertar residencias de Traumatología, a pesar de no reunir las condiciones”.

Y subraya que los médicos residentes, al igual que los enfermeros, “no están en plantilla orgánica”. “Es lo que pretenden hacer ver. Pero no se puede paliar el déficit que hay a costa de meter residentes solo porque salen más baratos. Quito el problema de Urgencias porque meto a residentes a atender las urgencias. A la población tampoco le gusta ser visto por médicos que aún no han terminado. Prefieren a alguien con la formación adecuada”.

Para obtener vacantes formativas para MIR se debe solicitar la acreditación requerida a la Comisión Nacional de la formación correspondiente. “Esto tiene una serie de requisitos que, si no se alcanzan, no te lo dan. Ceuta tiene muy poca capacidad de formar médicos especialistas, por lo que tenemos que recurrir a médicos especialistas formados en otras autonomías. En Andalucía mayoritariamente”. En este punto vuelve Roviralta a la que considera la “raíz” del problema: “Ceuta no es atractiva para alguien que se ha formado fuera”. Defiende que “hay destinos laboralmente más atractivos y con mejores condiciones” que en la ciudad autónoma.

“Hasta que INGESA no cumpla con lo redactado en el Boletín Oficial del Estado de febrero de 2023 no va a mejorar la situación”. Se refiere a la aplicación de incentivos económicos derivados de la declaración de los puestos de trabajo sanitarios en Ceuta y Melilla como ‘de Difícil Cobertura o Desempeño’. Mientras tanto considera el presidente del SMC que la inexistente bolsa de trabajo de médicos del INGESA “seguirá vacía”. “Las bolsas de trabajo se generan cuando hay más demandantes que ofertas, pero en este caso es al contrario. Aquí se ofertan plazas y no se cubren”.

Sí se espera que, como ha sucedido en años anteriores, se cubran las vacantes de los MIR. Ceuta cuenta con el ‘atractivo’ de ser la ciudad española con el sueldo más elevado para los residentes. Según un informe publicado por el Sindicato Médico de Granada, los internos formados en las dos ciudades autónomas cobran 1.023,22 euros más que en el resto de la península debido al complemento de residencia. El sueldo va aumentando desde el primer año hasta el quinto. De esta forma, el primer año alcanzan los 2.005 euros netos al mes, el segundo 2.088, el tercero 1.194, el cuarto 2.298 y el quinto 2.404.